lunes, 17 de diciembre de 2007

"El Desvelo de los Capitanes"

(...o la ecuación abyecta)

Cuando surgió el dolor
Nadie había nacido, la ciudad dormía,
Hacia rato que había dejado de llover…
Los semáforos parpadeaban mentiras rojas
Y desde la oscuridad las fieras conspiraban

Creí en la mentira porque me pareció tibia
Enredada como estaba
En la comodidad de un verbo
Destinado a la piedad;
A la calumnia desprotegida del azar
Fui humano por tercera y cuarta vez
Y no me avergoncé de nada en absoluto

Creí en las luces porque eran increíbles
Pasmosos relámpagos de fuego
Como el desvelo de los capitanes
Como la herrada trayectoria de los cargueros
Que desertan del desastre.
Creí la ecuación abyecta
El supurar de las heridas
La convulsión de los aceros

El sonido de un formidable estruendo
Como el de un aparatoso accidente de trenes
Trajo a mi mente un olvido de ruinas.
La embriaguez me hizo inmortal
En medio de la ciudad dormida
Sentí deambular el miedo
Pero no me detuve y le trate como a un extraño.
Apoye mi cabeza contra el frió
Y dormí…

Hay tráfico allá afuera,
Estamos cambiando de rumbo.

(J.Barrety/A.García; hace un año atrás)

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