sábado, 20 de septiembre de 2008

Inundación

Hubo un tiempo en que los dioses hablaban con la lluvia. Su sonido era el del trueno; el verbo agudo de la tormenta recreaba el mundo destruyéndolo desde sus cimientos. El primer desafió del hombre fue controlar las aguas. Me renuevo con la lluvia; renazco de su acción erosiva; de su ciega persistencia… La selva demoledora de ciudades nace también de los aguaceros; los chubascos en la selva profunda gestan en sus remansos la futura furia del mar; que es eterno retorno, movimiento circular; ola y tempestad; olvido, inconsciencia milenaria. Todo renace y todo acaba bajo la rueda ciega de las aguas. Hoy veo claro que solo resurjo de las lluvias; me reanima el eco lejano del trueno; el fuego frío del relámpago en la distancia nubosa. He decidido aprender el idioma de la lluvia. Es compleja su gramática; su lengua tiránica. Siento afinidad con su manera inhumana de destruir el recuerdo de las civilizaciones. Soy hijo del diluvio; estoy conforme con mi naturaleza; soy una gota de agua en la terrible inundación…

2 comentarios:

Gasolina dijo...

Amo la lluvia. Nos comunicamos por el silencio o de otras veces por el grito prolongado hasta enrouquecer.
Enseña-ma entonces el lenguaje de la lluvia.

beso

Amilcar Garcia dijo...

Feliz Natal para ti e os teus! Não creio que o natal seja algo especial, mas creio que todo esforço do ser humano por ser melhor merece atencion e consideracion! Espero que o novo ano traga tudo o que esperas e muito mas! Que tenhas uma excelente saúde e que nunca te falte a palavra e a escencia de ser sempre melhor! És uma pessoa especial! Feliz Natal! Um abraço grande para ti!...

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