Hoy la Dra. Banks es la única sobreviviente y observa aterrorizada en el monitor una figura grotesca en forma de flor. Habla como su consejera pero con voz grave y alterada. Le contó la terrible verdad de su existencia y la de toda la humanidad.-!No hay nada que pueda hacer pequeña Dalila! ¡Por siglos lo intenté!. Yo misma cree este Cobertizo para probar a los míos que eran inofensivos; que los seres humanos no eran la plaga que había acabado con la vida en la tierra y la de medio universo. Pero la presencia de los 23 pares de cromosomas en las rocas del más lejano sistema conocido lo había comprobado. Los humanos son sin duda el virus responsable de la catástrofe”! Querida Dalila de nada sirve que sigamos intentándolo!” La horrible flor soltó un sollozo inhumano. Los sistemas vitales de la instalación se apagaron poco a poco. La Dra. Banks murió en el Cobertizo. Soñó antes con el bosque, las cascadas y el océano…y lloró desconsolada como una niña normal…
3 comentarios:
Saludos: En este mismo momento estaba en tu Blog...Que casualidad! Gracias!. Era una historia que hace tiempo tenia en la mente. Queria hacer un cuento corto pero me dio por postearlo en este blog...Saludos y bievenido...
Terrible.
Pero por veces doy conmigo a pensar que un día así acontecerá...Gusté mucho de este tu mini-cuento en dos mitades.Será que no poderías de alguna forma resucitar esta mujer que lloró y que continúes su historia?
Un beso grande, óptimo Domingo
Saludos Gasolina!
É possível… Uno nunca sabe; algumas histórias talvez bebem começar pelo final… Abrazos!
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