No quiero ser feliz. Para que querría ser aquello que soy incapaz de comprender. Para qué ser algo fuera de mi mismo. No quiero ser solo un deseo, un fantasma, una ilusión, un anhelo producto de los sentidos. Nadie sabe que es la felicidad y todos la desean. Prefiero la conciencia del tiempo y el espacio. Busco la nueva idea de mi mismo, no por la posesión de bienes; no por la emoción de existir masivamente en el colectivo humano… Quiero escoger un camino interesante; quiero sencillamente ser como el caminante que escoge la ruta más escénica, una vía que tenga praderas verdes, caídas de aguas, escondidas aldeas… La felicidad es un impreciso producto más; esta a la venta porque el mejor negocio consiste en venderla como complemento de todo bien en el mercado… Ser feliz es una prospección y no un bien. No esta en la ropa, ni en el auto, ni en la boda, ni siquiera en el dinero mismo. La felicidad tiene más afinidad con lo que esperamos, con lo que ya no tenemos, y mucho con lo que nunca tuvimos. Es en fin lo que hacemos con el deseo inconsciente de lo que nunca tendremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario