Cerca de aquí hay una antigua muralla. Está construida al pie del mar y ya nadie sabe o quiere saber de ella. Llevaré la niña allí, pese a que insistas en que es muy pequeña y algo malo puede ocurrirle. Pero su rostro se ilumina cada vez que le invento una historia. Dices que soy un mentiroso y es cierto. Me alimento de la valentía de burlarme de la verdad a cada momento. Te miento a ti y a la niña, le miento a mi medico, a mi mecánico y a todos los que se me cruzan. Y es que temo a toda certeza; porque todo lo que resulta más o menos cierto me recuerda a la muerte. Cuando visito la ruina, es como si escuchara una voz que reniega y miente tanto como yo. Últimamente le digo a la niña que los holandeses construyeron aquella estructura. Le cuento que en su tiempo (creo que inventé también que la erigieron en 1628) fue un fuerte desde el que atacaron la ciudad. Ella me escucha atenta con el pelo despeinado por la brisa marina…Y ya no puedo parar de hablarle de todas las cosas que sucedieron en aquel tiempo tan remoto como improbable…Me has dicho molesta que no dejaras que la niña regrese allí conmigo, pero se que te quedarás muda cuando te pida antes de dormir le cuentes porque el corsario holandés Heyn Pyen decidió marcharse justo cuando había conseguido la rendición… ¡Ves como de nada sirve que sigas diciéndole que solo soy un mentiroso!…
2 comentarios:
Más un hecho histórico que se hace por tu pena una historia de encantar.
Te sigo en este desfiar...
Besos Amilcar!
Gracias Gas: La historia diaria de la paternidad "desautorizada" por el estado...Ya no vale ser padre!...Saludos!
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