Los navegantes llegaron a lomo de enormes velas un día al amanecer. Se desató a su llegada un viento tenebroso que descendía con fuerza desde la ladera de las colinas. Los hombres bajaron trayendo a tierra todas sus pertenencias; sus animales, sus hijos y sus mujeres. Regalaron granos, abalorios, productos de la tierra, el mar, y el cielo… No eran guerreros. Carecían de todo lo necesario para entablar una batalla. Pronto se hicieron entender. Querían solo la tierra que podía cubrirse con la piel de un buey. Los ancestros se preguntaron ¿Cómo estos que dominan la cuenca del gran mar se conforman con tan poca tierra? Se la cedieron. Han degollado un toro joven. Le desollaron y cortaron su cuero en finas tiras. Uniéndolas los navegantes han formado una cuerda larguísima. Clavaron en el suelo cientos de estacas afiladas con las que cercaron un amplio predio… Se han levantado empalizadas, muros de piedras, cimientos para altas torres. Han levantado una ciudad en la tierra que abarca la piel de un buey…Todo sucedió como lo cuento; solo que el tiempo es como la niebla y todo lo borra…
3 comentarios:
j Carlos! Por ahora me conformo con cualquier trabajo...Ja, ja, ja! Saludos; me alegra que te guste! Pase por tu blog y copie la foto de las "Divas". Tengo un amigo que colecciona peliculas mudas y de esa epoca tambien habia sus "divas". Algo escribire sobre este tema...Saludos!
Ahh! Casi se me olvida decirte que el relato es practicamente la leyenda de como se fundo la ciudad de Cartago al norte de Africa...Lo que hago es que trato de "retratar" pedacitos de historias, leyendas, y sucesos de la vida, concentrandolos en unas 200 palabras... Asi no aburren...
"Todo aconteció como te cuento"... es fantástico como a partir de esta frase el mayor mito parece hacerse en un hecho incontestable. Hasta el rumor puede adornar-si de contornos de bocas que profieren palabras verdaderas.
Leí que escribes a lo sumo de 200 palabras para no enfadar. Como se eso fuera posible?! Para mí es un placer leerte y sólo lamento la correría en que siempre ando y no me permite visitarte con más frecuencia.
Pero siempre aquí vuelvo, siempre me apetece.
Tal vez porque te entienda como una isla.
Beso, abrazo
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