Afrodisíaca II

Y allí en medio de todos; administrando las dosis del bacanal estas tú. Te aprietas la cintura, te almendras los ojos, te encarnizas los labios, te redondeas los pechos abultándolos con femenino descaro…Con todo hay ingenuidad en lo que haces porque es natural; nada es planificado. No se filma aquí un video musical ni un comercial para la televisión. Palpitas al ritmo de la calle, de la ciudad; al cadencioso sonar de los números de la “vellonera”… Hemos perdido algo de ingenuidad y la recuperamos asomándonos al brocal de lo posible. Eres afrodisíaca; eres sensual porque te expones al vicio y sus consecuencias, porque te axpones a mi; que soy la realización de todo lo perverso; escenario de la lucha contra el bien y el mal. Te comportas sin embargo con pasmosa ceremonia; con el recato de una dama, y extiendes amplia una sonrisa inocente que me recuerda la sencillez del mundo. La noche te sienta bien; y en todas las barras se encienden auroras boreales de luces titilantes; artilugios mecánicos de seducción para que creamos en ti; para que ejercitemos una fe sin pensar en la condena. Solo en los sentidos está la salvación. Eres y serás afrodisíaca esta noche y todas las que le restan al globo.