jueves, 20 de diciembre de 2007

Cuentas

Todo tiene medida. Cuando envejecemos contamos todo, hacemos cuentas antes y después de dar cada paso. Eso es la nostalgia, la cuenta del tiempo. Cuando éramos jóvenes no calculábamos. Desinteresados del tiempo y sus consecuencias acometíamos todo reto, toda aventura y vivíamos descaradamente despreocupados. ¿Podré de algún modo retornar al espíritu de la juventud? Si pienso en el arrecife, en la montaña, en el insecto que trepa mecánicamente por la rama, ¿volveré a ser arriesgado y soberbio? No lo creo; las imágenes evocadas con el tiempo son solo recuerdos; cuentas que hacemos cuando con cierto temor encaramos lo inevitable… Despojarnos del temor ¿es posible? Esta es la esperanza del volver sobre nuestros pasos… o lo que sería mejor; encontrar otro camino por el que nunca antes caminamos. Una pasión sin medida evitará que hagamos cuentas… ¿Donde está la voluntad del héroe; donde reside la tenacidad del amante?

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